“Cruces del Quequén”: Jorge Freitas presenta nueva obra sobre la historia local

El libro, que pronto estará a la venta, cuenta sobre la construcción de puentes y balsas en el Río Quequén desde antes de la propia fundación de la ciudad.

 

 

En Polirrubro, en la mañana de Frecuencia Vital, el arquitecto Jorge Freitas adelantó detalles acerca de su nueva obra literaria, que está a punto de salir a la luz y que relata una historia cronológica acerca de la construcción de puentes y balsas en el Río Quequén, desde el sector de Las Cascadas hasta la desembocadura del Puerto, incluso antes de la propia fundación de Necochea.

“Se llama ‘Cruces del Quequén’ y habla de sus razones de ser, desde antes del nacimiento de la ciudad, estamos hablando de 1878 al día de hoy, y que marcan que la ciudad ya había sido parida más allá de su fecha formal de fundación”, relató el historiador local.

Al respecto se preguntó: “¿Con qué razón había un puente de madera que soportaba el peso de carretas y diligencias tres años antes en Las Cascadas o por qué la balsa ‘Cardiel’, que estaba a la altura del hoy Club del Valle?”.

Además, la obra habla de “los vaivenes políticos y sociales que hicieron que algunos puentes pueden terminarse y otros no”, así como “una crítica sobre la hechura de los mismos, cómo no se pensó en la conservación de los paisajes”, o “la entrañanza grande que tenemos de lo que en una época fue el carretero, después reemplazado por el Ezcurra, que es el famoso puente del puerto que tenía una importancia estratégica y turística infernal”.

Vale recordar que Freitas presentó en mayo del año pasado otro libro que habla de nuestro distrito, abarcando un buen pedazo de la historia local. “Va desde la llegada del tren a Quequén hasta la llegada del tranvía a Necochea. Lo tenía que parir porque ya lo tenía hecho desde hace rato, pero en plena pandemia, que nadie lee, era como una locura”, contó el escritor.

Por suerte, “el libro ha sido un éxito, está agotado y tengo que reimprimirlo”. Si bien “el tiraje fue chico porque lo afronto yo”, la sensación de que “la gente compre cosas del lugar donde están pisando sus pies para mí es conmovedor” y “veo que la lucha de muchos historiadores regionales y locales para hablar de lo nuestro no ha sido en vano”, cerró el arquitecto.