Copa Libertadores: Boca tropezó en Colombia y dejó una pálida imagen

El equipo de Battaglia jugó mal, no sumó y se trajo dos lesionados. Los goles de Deportivo Cali los marcaron Burdisso y Vásquez.

 

Un Boca descolorido se trajo de Colombia más dudas que certezas. Carente de fútbol, casi una constante en el ciclo de Sebastián Battaglia, arrancó trastabillando la Copa Libertadores, esa obsesión continental que persigue hace 15 años. Fue una noche de muy bajo vuelo en Palma Seca y Deportivo Cali, campeón vigente, pero penúltimo en el torneo colombiano, le ganó con autoridad en el segundo tiempo.

Sin Marcos Rojo ni Carlos Izquierdoz, para colmo se lesionó Carlos Zambrano. Gastón Avila y Nicolás Figal agigantaron las ausencias. Pero el mayor faltante que tuvo Boca fue Pol Fernández. Romero no tiene un socio y el conjunto se hace poco elaborativo. Sólo rompía el molde Exequiel Zeballos.

Los cambios de Rafael Dudamel revirtieron la tendencia. Jhon Vásquez entró bárbaro, pero fue clave Kevin Velasco en los dos goles. Primero, para ejecutar un tiro libre que Guillermo Burdisso anticipó en el área con un cabezazo firmando la Ley del Ex. Después, para recibir un pase fenomenal de Yimmy Congo, ridiculizar a Figal y asistir con un centro atrás a Vásquez.

Boca mostró problemas defensivos y distracciones que comenzaron en su arquero en el primer tiempo, cuando parecía que a partir del pie izquierdo de Romero y la velocidad de Zeballos podía lastimar en un primer tiempo parejo. El paraguayo fue el conductor del equipo. Activo, con mucha participación, fue lanzador para el Changuito, que al minuto quedó mano a mano con Guillermo De Amores y no pudo con el arquero uruguayo. El propio Oscar volvió a habilitar al joven atacante santiagueño, que enganchó apretado por Aldair Rodríguez, y no tuvo puntería. Y al ratito, habilitó a Cristian Medina, pero el disparo del volante fue demasiado débil, sencillo para el número uno del conjunto colombiano.

Hasta que pifió Agustín Rossi, un arquero que pasó de ser el héroe del Superclásico a regalar el empate ante Arsenal. Y empezaron los inconvenientes para Boca. No aprovechó Yony González ese error, demoró y los peruanos Luis Advíncula y Carlos Zambrano cubrieron el déficit de su compañero. Como si hubiera sido contagiosa esa falla, el equipo comenzó a flaquear y Deportivo Cali se hizo más fuerte con la pelota. Sobre todo, con el manejo de Teo Gutiérrez y las proyecciones de Christian Mafla.

Tapado Jorman Campuzano, Boca no tenía salida, pero estaba inspirado Romero. Le costó, como casi siempre, armar un buen circuito de juego. Y en el último tramo de la primera etapa, tuvo una gran posibilidad de contragolpe. Todo nació a partir de una recuperación de Romero y una apertura de Frank Fabra. Sin embargo, ni Zeballos ni Darío Benedetto lograron vulnerar a De Amores, que tapó ante ambos delanteros con esfuerzo.

Boca pudo terminar con diez hombres el primer tiempo. No obstante, el venezolano Jesús Valenzuela no le dio entidad de expulsión a un planchazo de Benedetto sobre Aldair Gutiérrez. Y como no hay VAR en la fase de grupos, el reclamo se deshizo detrás de la amarilla que el árbitro le mostró al número “9”. Se reclamó un penal de De Amores sobre el Pipa. En esta oportunidad, acertó el referí.

Cali lo ganó con una pelota parada y tres toques. Advíncula sacudió el palo a la salida de un tiro de esquina de Toto. Un tiro aislado, claro. La Copa recién comienza, pero el debut en Colombia fue poco alentador para las pretensiones xeneizes.